lunes, 15 de febrero de 2010

6) El principio de Causa y Efecto: "Toda causa tiene un efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a una ley desconocida; hay muchos planos de causación, pero ninguno escapa a la ley".

Todo en el universo tiene una causa específica; no hay causa sin efecto, ni efecto que no tenga una causa, y la magnitud de un efecto es equivalente a la importancia de la causa que lo generó. 

Este principio actúa sobre todos los planos de energía: materia, mente y Espíritu. No existe la casualidad, la suerte o el azar; empleamos estos términos solo para referirnos a causas desconocidas. 

El hombre, en general, sólo conoce los efectos. El hermetista pretende acceder al conocimiento de las causas. 
 
A través de este principio podemos comprender la relación que existe entre los sucesos que le ocurren a un individuo y sus acciones del pasado, ya sean de esta vida o de una anterior. En este sentido, la palabra "karma", se refiere a aquella causa cuyo efecto aún no se ha manifestado, ya sea este positivo o negativo.
 
Este principio brinda una explicación racional a las aparentes injusticias del mundo, cuando observamos efectos cuyas causas no alcanzamos a entender. 

Al comprender este principio entenderemos que todo lo que sucede en nuestras vidas, favorable o desfavorable, tiene que ver con causas que nosotros mismos hemos puesto en movimiento en algún momento, de forma consciente o inconsciente, y que no tiene sentido culpar a Dios, a los demás o a la suerte, pues somos nosotros mismos quienes labramos nuestra propia vida. No importa que no recordemos el instante, o se nos haya olvidado lo qué hicimos en muchos momentos de nuestra existencia; el principio de causa y efecto siempre se encuentra actuando y se nos presenta de manera inevitable. 

De forma correspondiente, la comprensión en profundidad de este principio, nos permite encontrar la solución a muchos de los problemas en la vida, al asumir la importancia de generar causas favorables de forma consciente para hacernos acreedores de sus efectos favorables.


Ejercicio 1:

Buscar las causas de los problemas que te acucian en el presente:
  • Selecciona uno a uno los problemas que quieres analizar a la luz de este principio.
  • No te escudes en la aparente culpa o responsabilidad de las circunstancias, ni de otras personas.
  • Busca de forma honesta en qué momento podrías haber actuado en forma más adecuada o diferente a como lo hiciste.
  • Encuentra la forma en que tu mismo contribuiste a que las cosas, actualmente, estén de la forma en que están.
  • Escribe la lección que la vida te ha enseñado.

Ejercicio 2:

Generar causas positivas de forma consciente:
  • Selecciona uno a uno los problemas a los que quieres dar una solución positiva.
  • No te fijes en lo que otras personas deban hacer para que tus problemas se resuelvan.
  • Decide cuál debería ser la forma más adecuada de actuar por tu parte:
    • En cuanto a la actitud, pensamientos y emociones.
    • En cuanto a las acciones que conviene realizar.
  • Asume una actitud proactiva y comienza a dar los pasos que has decidido, en forma consciente y teniendo presente que lo haces para dar un rumbo diferente y positivo a la situación.
(Extraido de www.ifh.cl)

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